¡Mi perro no dejaba de rascarse! Así es como solucioné por fin sus picores y alergias
Nunca pensé que me convertiría en ese padre de perro preocupado, pero aquí estaba a medianoche, viendo a mi perro Buddy rascarse y morderse el pelo como si no hubiera un mañana. Empezó con un pequeño picor detrás de las orejas, que pensé que no era gran cosa. Pero pronto, el rascado ocasional se convirtió en un picor constante. Recuerdo estar sentada en el suelo con Buddy, sintiéndome impotente y frustrada porque ningún masaje en la barriga o golosina podía distraerle de su picor. Me preocupaba que algo fuera muy mal. ¿Eran pulgas? ¿Una alergia? ¿Había hecho algo mal en su cuidado?
Si alguna vez te has encontrado preocupado porque tu perro no para de picar, no estás solo. Muchos dueños de mascotas (incluido yo mismo en el pasado) han estado en el mismo barco, desesperados por encontrar alivio para sus pobres cachorros. La buena noticia es que, gracias a esta experiencia, he aprendido mucho sobre por qué los perros tienen picores y, lo que es más importante, qué podemos hacer para ayudarles. En este artículo, compartiré la historia de Buddy y una guía paso a paso sobre lo que deben hacer los dueños de perros cuando sus queridas mascotas sufren picores y alergias cutáneas. Es una mezcla de historia personal y consejos prácticos: una guía desenfadada pero informativa para acabar de una vez con la saga del «perro que pica».
Posibles causas del prurito y las alergias cutáneas en los perros
Antes de pasar a las soluciones, ayuda entender por qué tu perro puede tener picores como un loco. Los perros pueden tener picores por todo tipo de motivos, y determinar la causa es la mitad de la batalla. He aquí algunas causas frecuentes de picores y alergias cutáneas en los perros:
- Pulgas y parásitos: Las picaduras de pulga son una de las principales responsables de los picores intensos. De hecho, muchos perros son alérgicos a la saliva de las pulgas, lo que puede hacer que una sola picadura de pulga provoque picores extremos y enrojecimiento e inflamación de la piel. Otros parásitos como las garrapatas o los ácaros (por ejemplo, los ácaros que causan la sarna) también pueden provocar un rascado constante e irritación de la piel.
- Alergias ambientales: Al igual que las personas padecen alergias estacionales, los perros pueden ser alérgicos a cosas de su entorno. El polen de la hierba, las malas hierbas o los árboles, las esporas del moho, los ácaros del polvo o incluso la hierba recién cortada pueden desencadenar una reacción alérgica en tu cachorro. Esto se conoce como dermatitis atópica, y a menudo provoca picor en la piel, lamido de patas y frotamiento de la cara. Las alergias ambientales suelen ser estacionales, por lo que quizá notes que el rascado de tu perro empeora en determinadas épocas del año (como primavera u otoño).
- Alergias alimentarias: Los perros pueden desarrollar alergias o sensibilidades a los ingredientes de su comida. Los culpables habituales son proteínas específicas (como la ternera, el pollo o los lácteos) o cereales. Una alergia alimentaria puede manifestarse como problemas cutáneos (picores en la piel, infecciones recurrentes de oído, mordeduras en las patas) y, a veces, digestivos. Curiosamente, las alergias más frecuentes a los alimentos para perros se basan en las proteínas: por ejemplo, alergia al pollo, la ternera o el cerdo. Si a tu perro le pica todo el año o tiene síntomas tanto cutáneos como abdominales, la comida podría ser la causa.
- Piel seca: Algunos perros simplemente tienen la piel seca y escamosa (piensa en ello como en la caspa canina). La piel seca puede deberse a la escasa humedad de la casa, a que la dieta no contenga suficientes ácidos grasos o al exceso de baños. Cuando la piel de un perro está demasiado seca, le pica y le resulta incómoda. Puedes notar escamas en su pelo o que su pelaje parece apagado. Algunas razas (e incluso algunos chuchos desafortunados como mi Buddy) son propensas a la piel seca, sobre todo en invierno.
- Infecciones cutáneas: Las infecciones bacterianas o fúngicas de la piel pueden hacer que un perro tenga muchos picores. A menudo, estas infecciones empiezan cuando un perro se ha estado rascando o lamiendo mucho una zona (debido a otra causa subyacente como las alergias), y entonces la piel se rompe y se infecta. Por ejemplo, las infecciones por hongos en la piel o los puntos calientes (esas manchas rojas, húmedas e irritadas) pueden picar terriblemente. Si la causa es una infección, es posible que veas enrojecimiento, llagas, costras, mal olor o incluso pus en la piel de tu perro.
- Otras alergias o irritantes: Los perros también pueden ser alérgicos a los productos de aseo (como un champú o jabón que no les siente bien) o tener alergias de contacto a cosas como determinadas hierbas o sustancias químicas de la alfombra. Incluso un detergente nuevo utilizado en su ropa de cama puede provocar una reacción cutánea. Además, las picaduras de insectos (como las de hormigas o mosquitos) pueden provocar picores localizados.
Como puedes ver, hay un abanico de posibilidades. En el caso de Buddy, al final descubrí que sus picores se debían a una combinación de alergias estacionales al polen y una sensibilidad alimentaria (parece que no le gusta el pollo, pobrecito). Descubrirlo me costó un poco de trabajo detectivesco. Lo que nos lleva al siguiente apartado: ¿qué puedes hacer al respecto?
Guía paso a paso sobre qué hacer
Cuando tu perro pica y se rasca sin parar, es fácil sentirse abrumado. Respira hondo y sigue estos pasos para tratar los picores de tu cachorro. Esta guía te explica paso a paso cómo identificar la causa y aliviar la piel de tu perro.
- Identifica la posible causa: El primer paso es jugar a los detectives. Intenta observar cuándo y dónde empeora el picor de tu perro. ¿Sólo durante la primavera (lo que podría sugerir alergias estacionales al polen)? ¿Empezó después de cambiar a una nueva comida o golosinas para perros (podría tratarse de alergias alimentarias)? ¿Ves algún signo de pulgas o suciedad de pulgas en su pelaje (podría ser dermatitis alérgica a las pulgas)? Identificar patrones puede ayudarte a reducir la causa. Por ejemplo, si a tu perro sólo le pica después de retozar en el jardín, tal vez haya una hierba o maleza concreta que le provoque una reacción. En mi caso con Buddy, me di cuenta de que se rascaba más después de comidas que contenían pollo y durante los días de mucho polen. Anota mentalmente (o por escrito) los síntomas y el momento en que aparecen: te servirá de guía para los siguientes pasos y te ayudará si acabas hablando con un veterinario.
- Comprueba si hay pulgas y parásitos: Las pulgas son pequeñas pero poderosas cuando se trata de hacer sufrir a tu perro. Remángate y revisa a fondo el pelaje de tu perro. Córtale el pelo, sobre todo alrededor del cuello, la parte baja de la espalda, la base de la cola y el vientre: son los lugares favoritos de las pulgas. Busca pequeñas motas negras (suciedad de pulga, que es esencialmente caca de pulga) o las propias pulgas. Las pulgas son pequeñas, marrones y se escabullen rápidamente. Si encuentras algún bicho inoportuno, es probable que sea la causa. Aunque no veas pulgas, si tu perro no toma un preventivo antipulgas, es aconsejable tratarlo por si acaso: a veces basta una picadura de pulga para que tu perro sea alérgico a ellas. Comprueba también si tiene garrapatas (busca pequeñas protuberancias inusuales en la piel) y cualquier signo de ácaros (el rascado excesivo, las manchas rojas y la caída del pelo pueden ser signos de ácaros de la sarna). Trata rápidamente cualquier parásito. Esto podría significar administrar a tu perro un tratamiento antipulgas de calidad o un medicamento contra las garrapatas, según te recomiende tu veterinario. Deshacerse de las pulgas y garrapatas no sólo detiene el picor, sino que también previene problemas más graves en el futuro. (Yo lo aprendí por las malas: al principio no me di cuenta de que Buddy tenía un par de pulgas porque nunca las veía. Un baño antipulgas rápido y un preventivo mensual marcaron una gran diferencia).
- Baña a tu perro con un champú hipoalergénico: Un baño relajante puede proporcionar un alivio instantáneo a muchos perros con picores, si se hace bien. No cojas cualquier champú; busca un champú hipoalergénico y suave pensado para perros. Los champús a base de aven a son una gran elección porque la avena tiene propiedades antiinflamatorias naturales que ayudan a calmar la piel irritada. Cuando Buddy tenía picores, utilicé un champú para perros a base de avena coloidal, y me di cuenta de que se sentía mejor inmediatamente después del baño: se rascó menos durante un tiempo y su pelaje estaba muy suave. Otros ingredientes a tener en cuenta son el aloe vera o la manzanilla, que pueden calmar la piel. Consejo: Utiliza agua tibia (no caliente) y sé suave. Si puedes, deja que la espuma actúe sobre la piel de tu perro durante 5-10 minutos, para que los ingredientes tengan tiempo de actuar. Es un buen momento para darle un masaje y hablarle dulcemente para que se quede tranquilo. Después del baño, acláralo muy bien (los restos de jabón pueden causar más picores). El baño eliminará alérgenos como el polen o el polvo del pelaje, aliviará algunos picores y limpiará la piel. No abuses de los baños: una vez a la semana o una vez cada dos semanas suele ser suficiente, ya que un baño excesivo puede resecar la piel.
- Cambia su dieta si sospechas de alergias alimentarias: Si crees que las alergias alimentarias pueden ser las culpables (indicios comunes son picores que no son estacionales, o infecciones crónicas de oído o lamido de patas junto con rascado), puede ser el momento de probar una dieta de eliminación. Esto significa cambiar a una dieta con ingredientes distintos a los de la comida anterior. A menudo, los veterinarios recomiendan una dieta con una proteína nueva (una fuente de proteínas que el perro no haya probado nunca, como el pato o el salmón si sólo ha comido pollo y ternera) o una dieta de proteínas hidrolizadas (en la que las proteínas se descomponen para que el sistema inmunitario no reaccione de forma exagerada). Por ejemplo, yo pasé a Buddy de una croqueta a base de pollo a una fórmula de salmón y boniato. Es importante cambiar la dieta gradualmente a lo largo de una semana para evitar molestias estomacales. Una vez con la nueva dieta, síguela estrictamente durante 8-12 semanas: ¡nada de golosinas a escondidas ni restos de comida que contengan los antiguos ingredientes! Si el picor mejora, puede que hayas encontrado al culpable. Los alérgenos alimentarios más frecuentes en los perros son proteínas como el pollo, la ternera, los lácteos y el huevo. Así que suprimirlos de uno en uno puede ayudar a identificar el desencadenante. Considera también añadir alimentos o suplementos ricos en ácidos grasos omega-3 (como dietas a base de pescado o un poco de aceite de pescado) porque ayudan a mejorar la salud de la piel y reducen la inflamación. Recuerda, comenta siempre los cambios importantes de dieta con tu veterinario, sobre todo si tu perro tiene otros problemas de salud.
- Hidrata su piel: Igual que nosotros usamos loción para la piel seca y con picores, los perros también pueden beneficiarse de un poco de hidratación. La piel seca empeora el picor, por lo que mantener la piel hidratada puede aliviarlo. Un remedio sencillo que he descubierto es el aceite de coco: un ligero masaje de aceite de coco virgen en las zonas secas puede aliviar la piel y tiene propiedades antibacterianas naturales. (A Buddy le encanta el sabor, así que está encantado de cooperar cuando hay aceite de coco de por medio). Otra opción estupenda es un remojo de avena o una pasta de avena. Puedes moler avena normal, mezclarla con agua para hacer una pasta y aplicarla sobre los puntos que pican especialmente durante 10-15 minutos antes de enjuagar; es muy calmante. También hay sprays y mousses acondicionadores sin aclarado para perros que añaden hidratación a la piel (algunos contienen avena, aloe o ácidos grasos esenciales). Los baños de avena en general son un remedio casero probado para los picores de las mascotas, porque pueden reducir la inflamación e hidratar la piel. Si tu perro tiene puntos calientes o zonas en carne viva por rascarse, pregunta al veterinario por los tratamientos tópicos. En el caso de Buddy, el veterinario le recetó una pomada medicamentosa para un punto caliente especialmente desagradable, y le ayudó a curarse más rápidamente. Aplica siempre con suavidad cualquier crema hidratante o tratamiento tópico: si la piel está muy irritada, dale palmaditas o aplícaselo suavemente en lugar de frotar con agresividad.
- Prueba con antihistamínicos o suplementos (guiados por el veterinario): A veces, a pesar de tus esfuerzos, tu perro puede necesitar un poco más de ayuda con medicamentos o suplementos. Los antihistamínicos (como el Benadryl, cuyo nombre genérico es difenhidramina) se utilizan habitualmente para aliviar los síntomas alérgicos de los perros. De hecho, muchos veterinarios recomiendan el Benadryl para perros con alergias leves o picores, ya que suele ser seguro si se utiliza adecuadamente. Importante: consulta siempre con tu veterinario la dosis adecuada y si es segura para tu perro concreto antes de administrar cualquier antihistamínico. Aunque el Benadryl es un medicamento de venta libre para humanos, los perros necesitan dosis específicas en función de su peso, y algunos perros no deben tomarlo debido a otros problemas de salud. Como dicen los expertos, la forma más segura de conocer la dosis y la medicación adecuadas para tu perro es consultar al veterinario
petmd.com
. Además de los antihistamínicos, hay otros suplementos que pueden ayudar a un perro con picores. Se sabe que los suplementos de ácidos grasos omega-3 (aceite de pescado) mejoran la salud de la piel con el tiempo y reducen el picor al combatir la inflamación. Empecé a darle a Buddy píldoras diarias de aceite de pescado (que él cree que son golosinas) y noté que su pelaje se volvía más brillante y su rascado se reducía. También hay suplementos veterinarios con cosas como quercetina (un antiinflamatorio natural) o probióticos (para favorecer la salud de la piel a través del intestino). Introduce siempre una cosa cada vez y bajo supervisión veterinaria. Y recuerda que no todos los remedios funcionan para todos los perros: es normal que haya algo de ensayo y error.
- Mantén limpio el entorno de tu perro: Este paso consiste en reducir los alérgenos o irritantes con los que tu cachorro entra en contacto cada día. Si las alergias ambientales son un problema, debes reducir al mínimo el polen, el polvo y el moho de tu casa. He aquí algunos consejos que he recogido:
- Limpia regularmente la ropa de cama: Lava la ropa de cama de tu perro (y tus propias mantas si tu perro se sube a los muebles) con agua caliente una vez a la semana para eliminar los ácaros del polvo y los alérgenos. Utiliza un detergente suave y sin perfume para evitar añadir irritantes químicos.
- Aspira y quita el polvo con frecuencia: Aspirar con frecuencia (sobre todo alfombras y tapicerías) ayuda a recoger la caspa de las mascotas, el polvo y el polen que se cuelan en el interior. Si es posible, utiliza una aspiradora con filtro HEPA para atrapar las partículas diminutas. No olvides limpiar debajo de los cojines de los muebles y en los rincones donde se acumula el pelo de las mascotas. Limpiar frecuentemente el polvo con un paño húmedo también puede reducir el polvo en casa.
- Limpia las patas y el pelo de tu perro después de estar al aire libre: Cuando Buddy llega de un paseo o de un buen revolcón al aire libre, le limpio las patas, las patas y la barriga con toallitas de limpieza aptas para mascotas o con una toalla húmeda. Esto elimina gran parte del polen o polvo de hierba que pueda haber cogido, para que no lo traiga todo a casa o a su cama.
- Báñalo y cepíllalo con regularidad: Ya hemos hablado de los baños, pero un cepillado regular también puede ayudar a eliminar los alérgenos del pelo de tu perro y distribuir los aceites naturales para evitar la sequedad de la piel. Para los perros de pelo largo, mantener el pelo recortado (sobre todo alrededor del vientre y las patas) durante la temporada alta de alergias también puede ayudar un poco.
- Controla la humedad interior: Si el aire seco agrava la piel de tu perro, considera la posibilidad de utilizar un humidificador en casa, sobre todo en invierno. Por el contrario, si los ácaros del polvo son un problema, mantener la humedad un poco más baja puede disuadirlos. Busca un punto medio confortable (en torno al 40-50% de humedad).
Un entorno más limpio ayudó mucho a Buddy. Yo misma noté menos ataques de estornudos cuando empecé a limpiar pensando en su alergia. Puede que cueste algún esfuerzo, pero una casa ordenada y libre de alérgenos puede suponer una diferencia notable en los picores de tu perro.
Cuándo contactar con un veterinario
A veces, por muchos baños o suplementos que pruebes, tu amigo peludo sigue sintiéndose mal, o quizá el picor se ha convertido en algo más que una molestia menor. Es importante reconocer cuándo un problema de picor en el perro se ha agravado hasta el punto de necesitar ayuda profesional. Debes ponerte en contacto con tu veterinario si observas alguna de las siguientes señales de advertencia:
- Llagas abiertas, costras o piel en carne viva: Si tu perro se ha arañado o mordisqueado una zona hasta el punto de causarse heridas, es hora de acudir al veterinario. Las llagas abiertas pueden infectarse fácilmente. La piel roja, inflamada y con costras que parece dolorosa o tiene secreciones es una clara señal de alarma.
- Pérdida excesiva de pelo o calvas: Algunos picores pueden provocar la salida de parches de pelo (por ejemplo, las infestaciones por pulgas suelen provocar la caída del pelo en la base de la cola). Si observas calvas notables o un debilitamiento generalizado del pelo debido al rascado, el veterinario debe comprobar si hay infecciones o parásitos.
- Mal olor o pelaje pegajoso: Un olor fétido o a levadura en la piel de tu perro, o un pelaje grasiento, suelen significar que hay una infección cutánea (por levaduras o bacteriana). Las infecciones suelen requerir champús medicinales o medicación oral para desaparecer, que sólo puede proporcionar un veterinario.
- Malestar extremo o cambios de comportamiento: Si a tu perro le pica tanto que no puede tranquilizarse, no puede dormir por la noche o gime o llora mientras se rasca, eso es grave. Además, si tu cachorro, normalmente feliz, se vuelve gruñón, brusco o deprimido porque se siente fatal, busca ayuda. La calidad de vida es importante, para ambos.
- No mejora o empeora tras las medidas caseras: Si has probado los remedios caseros (tratamiento antipulgas, baños, cambio de dieta, etc.) durante unas semanas y nada ayuda o las cosas empeoran, no te demores. Algunas causas subyacentes, como las alergias graves o los problemas endocrinos (como el hipotiroidismo), requieren pruebas y medicamentos recetados para su tratamiento.
El veterinario examinará a tu perro y posiblemente le haga algunas pruebas (raspados cutáneos, pruebas de alergia, etc.) para llegar al fondo del picor. Puede que te recete un alivio más fuerte, como pastillas o inyecciones de esteroides para un alivio a corto plazo, cremas medicinales o medicamentos más recientes contra los picores, como Apoquel o Cytopoint. No te asustes si tu veterinario te los sugiere: yo dudaba de los «medicamentos fuertes» al principio, pero cuando Buddy tuvo un brote grave, los medicamentos recetados le proporcionaron un alivio muy necesario y le ayudaron a curarse la piel. En resumen: Si tu perro tiene un picor extremo o ves algún síntoma grave, lo mejor es que acudas al veterinario.
Reflexiones finales
Lidiar con un perro que pica y se rasca constantemente puede ser estresante y frustrante, pero recuerda que no estás sola y que con paciencia puedes llegar al fondo del asunto. En mi lucha contra las alergias cutáneas de Buddy, aprendí que a veces se necesita una combinación de enfoques -desde mejores baños hasta ajustes en la dieta y medicamentos recetados por el veterinario- para aliviar a nuestros amigos peludos. No te desanimes si lo primero que pruebas no resuelve completamente el problema. Sigue observando, sigue probando y trabaja en equipo con tu veterinario.
Y lo más importante, confía en tu instinto. Si el picor de tu perro parece muy intenso o simplemente no mejora, siempre está bien buscar ayuda profesional. A veces, como dueños de mascotas, nos preocupa estar exagerando, pero cuando se trata de la salud y el bienestar de nuestras mascotas, es mejor prevenir. Los veterinarios han visto de todo en lo que se refiere a los picores de los perros y pueden aportar soluciones en las que quizá no habías pensado.
Al final, ver a tu cachorro cómodo en su propia piel (¡literalmente!) merece totalmente la pena. No hay nada más satisfactorio que ver a un perro que antes tenía picores dormitar plácidamente o jugar feliz porque por fin se siente bien. Con un poco de trabajo detectivesco, cuidados constantes y, posiblemente, un poco de ayuda del veterinario, tu perro con picores puede volver a ser el compañero despreocupado y que mueve la cola que conoces y quieres. Aguanta: tanto tú como tu perro superaréis juntos este calvario de picores, y los mimos serán aún más dulces cuando el alivio esté a la vista.
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